El anodizado claro ofrece una capa protectora transparente, preservando el brillo metálico del aluminio mientras aumenta su durabilidad. Las fachadas arquitectónicas lo utilizan para resistir la contaminación y el envejecimiento sin alterar la estética. En el procesamiento de alimentos, su superficie no tóxica y fácil de limpiar cumple con los estándares de la FDA. Los fabricantes de equipos ópticos confían en sus propiedades anti-reflejo para instrumentos de precisión. A diferencia del recubrimiento en polvo, la terminación no se descascarará ni amarilleará bajo la exposición a la luz UV. Combinarlo con depósito físico de vapor (PVD) puede mejorar aún más la resistencia a los arañazos. Para prototipado, el anodizado claro asegura que las piezas cumplan con los criterios de inspección visual antes de la producción en masa.